El ácido hialurónico, es un polisacárido del tipo de glucosaminoglucano. En otras palabras: es un tipo de azúcar. Se produce naturalmente en el cuerpo y se encuentra en muchos tejidos como la piel, los cartílagos y el tejido conjuntivo. Su principal función es retener agua, manteniendo el tejido hidratado y lubricado.
En la piel, el ácido hialurónico se encuentra en la dermis y la epidermis, donde ayuda a mantener el equilibrio de hidratación y puede mejorar la textura y el tono, dándole un aspecto más joven. También estimula la producción de colágeno en la piel, una proteína que da a la piel su estructura y elasticidad, por lo que puede ayudar a mejorar la firmeza de la piel y reducir la aparición de líneas finas y arrugas. Además, esta molécula tiene propiedades antinflamatorias y puede ser útil para tratar el enrojecimiento y la irritación de la piel, convirtiéndolo en un ingrediente ideal para las personas con piel sensible o propensa al acné.
Para elegir un producto cosmético con ácido hialurónico adecuado, es importante tener en cuenta el tipo de piel y los problemas que presenta. Se puede encontrar el ácido hialurónico en muchas formas diferentes, como sueros, cremas y mascarillas.
Para utilizarlo en una rutina de cuidado facial es importante usarlo sobre la piel húmeda, utilizarlo dos veces al día y aplicarlo debajo de la crema hidratante, no olvidar aplicarlo en el cuello y escote y elegir un producto adecuado según el tipo de piel.
La piel tiene diferentes necesidades en función de la edad, los genes, el estilo de vida.
Beneficios de la molécula para el cuidado de la piel

Necesidades de la piel según la edad

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Alrededor de los 30 años:
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Entre los 40 y los 50 años:
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A partir de los 50 años: